PESCANDO EN RIO REVUELTO
Para Diario del Huila
Tratando de entender la problemática del Río Magdalena con su desafiante represa del Quimbo quisimos enterarnos de viva voz sobre la situación actual de la industria piscícola que hoy en día es motivo de orgullo de nuestra región. Por eso fue muy importante y grata la visita de uno de los más importantes empresarios huilenses en ese renglón nuestro amigo Eugenio Silva quien con sobrados conocimientos logró profundizar en buena parte de la ´problemática sectorial. Primero que todo dimensionar la real importancia de dicha industria que hoy provee empleo y estabilidad a miles de personas porque debe entenderse que la cadena productiva que se inicia con la producción y siembra de un alevino genera multiples procesos que incluyen hasta el transporte y entrega del producto final ya procesado desarrollando un verdadero cluster productivo. El consumo anual en Colombia de pescado es de cerca de 6,5 kilos por persona lo cual significa cerca de 330 mil toneladas al año. Lamentablemente por el deterioro de nuestros ríos y los altos costos de la pesca industrial en nuestros mares, la producción nacional es muy baja y se calcula que 80 mil toneladas provienen de la actividad acuícola ( donde el Huila produce más de la mitad en base del cultivo de la tilapia o mojarra) y 50 mil por captura lo cual suma una cantidad de apenas 130 mil toneladas debiéndose importar cerca de 200 mil toneladas del exterior para suplir el consumo interno, especialmente desde el Vietnam donde su producto estrella llamado bassa o pangassus arrasa por su competitividad. Esto significa una extraordinaria posibilidad para que nuestros empresarios, campesinos y pescadores desarrollen nuevos paquetes tecnológicos no sólo sobre el lecho de la represa de Betania que produce mas de 22 mil toneladas sino con la construcción de estanques para la industria piscícola que aun cuando son menos costo-efectivos que los jaulones de las represas tienen otras ventajas de control que son importantes. Un jaulón grande en Betania produce un equivalente a dos hectáreas de estanques en tierra. Además es promisorio el avance para la producción de especies nativas como son el bocachico, el capaz y el sábalo , inclusive la misma especie del pangassus podría replicarse si la autoridad encargada permitiera. Pero toda esta promisoria industria piscícola ha tenido que lidiar con grandes dificultades y ha podido salir avante gracias a la tenacidad creativa de sus empresarios. Actualmente tiene grandes amenazas por cuenta no sólo de la naturaleza con su fluctuación climática sino por el desastroso manejo que el gobierno nacional a través de la ANLA (autoridad ambiental ) ha venido haciendo sobre la regulación y control de la problemática derivada del uso del agua y la construcción de la represa. Nos informaba el Dr Silva que en estos momentos se pierden entre 4 y 5 toneladas diarias de pescado en Betania por la mala calidad del agua y que no ha sido mayor dicha pérdida gracias al caudal del Río Paéz y por que EMGESA entendió que si vertía una gran cantidad de agua desde la represa del Quimbo se podría desatar una catástrofe ambiental sin precedentes. Esto debido a que el agua que sale por las turbinas en contra de lo que piensan muchos y en contra del falso argumento esgrimido por el gobierno nacional no es la mejor agua. Lo contrario : es la que está en el fondo del embalse ,está mas contaminada y tiene menos oxígeno y el hecho de rotar dentro de las turbinas no mejora de manera significativa su concentración de oxigeno . Tan cierto será que EMGESA ha preferido producir menos energía trabajando alrededor de 80 megavatios con tal de evitar el vertimiento de mas cantidad de agua contaminada hacia el rio Magdalena y Betania. Y ahora para acabar de adornar este grotesco espectáculo donde la ANLA ha modificado 14 veces la licencia ambiental siempre favoreciendo los intereses de Emgesa, donde el gobierno no tiene vergüenza ni decoro desconociendo los fallos judiciales se ha venido a conocer que la construcción de la represa está incompleta faltando la construcción del vertedero para evitar que el agua en un eventual superinvierno ( como el que se supone que producirá el próximo fenómeno del Niño que está por llegar sobrepase la altura del dique principal y tampoco se construyó la base o pie de presa que debería evitar que se socave la tierra en caso que se precipite el agua por encima del dique. Esta denuncia se conoció a través de un artículo del Senador Rodrigo Villalba en el periódico La Nación el pasado domingo y cuya trascendencia sobrepasa la imaginación del autor de estas líneas. Ya el Defensor del pueblo se ha enterado en su visita y todo queda dependiendo de la respuesta que tenga la dirigencia regional y la sociedad civil inermes testigos de esta auténtica pesca en río revuelto…