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Tertulia del 12/11/2018

EN COLOMBIA Y EL HUILA, EL SECTOR AGROPECUARIO CARECE DE POLÍTICAS Y DE PLANIFICACIÓN

Para el ex – presidente del Banco Agrario, la falta de planificación, a pesar de los muchos intentos como los centros provinciales de Agro gestión Empresarial que lamentablemente cambiaron su rumbo por falta de autonomía financiera,  apenas se pretende corregir aplicando el concepto “el ordenamiento productivo del territorio” que no es otra cosa que definir los productos a sembrar teniendo en cuenta todos los factores (suelo, agua, infraestructura, insumos, mercados, etc.) y con una visión integral. Se creó la UPRA, la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria que aún no supera la adecuada conformación de estadísticas al nivel requerido para este ordenamiento productivo. Se han hecho otros esfuerzos de planificación sin éxito y han sido más programas del ministro de turno como el reciente programa “Colombia Siembra” que pretendía sustituir un millón de toneladas en importaciones de productos agropecuarios de los 12 millones de toneladas que anualmente importa el país, que no logró sus objetivos por diferentes causas.

El FINANCIAMIENTO DEL SECTOR AGROPECUARIO
Además de las propias dificultades del sector ya comentadas se suma el que en el país no hay crédito de fomento directo aunque se creó el sistema nacional de crédito agropecuario, Según Dussán, el error en que se incurrió fue permitir que se vencieran los créditos y luego rescatar a los deudores a través de mecanismos como el PRAN, FONSA, Etc., generando una política de no pago que hace que el crédito bancario para los agricultores sea el más riesgoso y el menos apetecido por el sistema financiero privado que terminó haciendo inversiones forzosas para “apoyar” al sector tras la creación de Finagro como parte del Sistema de Financiamiento del Sector Agropecuario. Hoy, ante el cierre o venta al sector privado de bancos especializados como el banco Ganadero, el banco Cafetero, el Banco Agrario es el único que podría llamarse banco de fomento a pesar de que ha incurrido en desviaciones como el famoso crédito a Navelena que afortunadamente se recuperó con capital e intereses. Pero los resultados en el sector financiero se miden por las utilidades y no por el origen de estas. Por un buen tiempo, gracias a la aplicación de estos criterios, el Banco Agrario es, después de Ecopetrol, el que más utilidades transfiere al ministerio de Hacienda pero, en buena parte, no por la aplicación del concepto de Fomento. Ese ensayo lo intentó hacer el Ing. Dussán y se le cuestionó la reducción de utilidades. Esto dice claramente que el concepto de fomento debe modificarse y aplicarse a la letra en lugar de que el Estado termine registrando pérdidas por rescatar cartera castigada prácticamente a ningún valor.

¿Seguros contra el Riesgo en el Sector?
Un recurso que favorecería ampliamente la disponibilidad de crédito para el sector agropecuario es la oferta de seguros que cubra los riesgos diversos que enfrentan los agricultores y ganaderos. Este mecanismo opera muy bien en México y permitiría reducir los riesgos para las entidades financieras. El invitado no profundizó en esta propuesta pero la dejó como una posibilidad viable y favorable para la situación colombiana.

El Futuro del Sector Agropecuario
La vinculación de muchos contertulios al sector agropecuario, enriqueció la tertulia. Para Sandra Edilia Tovar, el arroz vive en permanente crisis y debe enfrentar el contrabando y las imposiciones de precios de los molineros. Si se mira a otros cultivos, no son atractivos por su baja o ninguna rentabilidad. Si a esto se agrega el atraso tecnológico en muchos renglones primarios y su baja productividad la preocupación se aumenta. Para el Ing. Dussán y los contertulios, el Estado debe hacer mucho más y los privados demostrar que la vocación es cierta y se atienden los requerimientos que impone el mercado con inversión en tecnología, conocimiento de mercados y capital de trabajo modificando los criterios del crédito de fomento.

No puede olvidarse que una de los compromisos del acuerdo de paz en el postconflicto es el desarrollo rural y este, obligatoriamente, se da en el sector agropecuario. Pero no es una invitación a cruzarnos de brazos sino a diseñar las reformas que requiere el sector y a estimular a los protagonistas en cada una de sus obligaciones, especialmente en el tema de infraestructura y evitar que se acumulen más obras inconclusas como el distrito de riego Tesalia -  Paicol cuya inversión corre el riesgo de perderse definitivamente.