Para explicar gráficamente el término, el expositor se preguntó: ¿Cómo sería su caída si, al llegar al suelo, le esperara un gran resorte que lo empujase hacia arriba nuevamente, sin que Usted sienta el traumático golpe que pensaba que tendría? Lo interesante es que todos, en nuestro interior, tenemos ese “gran resorte salvador”, como lo denomina Peiró en uno de sus libros, y que nos lleva a superar las adversidades que se atraviesan en la vida. Dicho de otra manera por Daniel Fernando, ese resorte es su poderosa capacidad natural para salir rápidamente de las adversidades: Es la RESILIENCIA. Este concepto fue usado inicialmente para referirse a la capacidad de un metal de resistir y ser flexible a determinadas pruebas que se experimentaban con él, a efectos de comprobar la calidad del mismo y de recobrar su estado original. Aplicado al comportamiento humano, la Resiliencia es esa fuerza impulsora interior que se posee para tolerar las adversidades, transformarlas en desafíos, en nuevas oportunidades para fortalecerse.
Las “personas resilientes" en concepto del expositor, “son seres comprometidos consigo mismos, que se permiten el control de las circunstancias y, sobre todo, están "abiertos" aceptando los cambios e interpretan las experiencias como parte esencial de su propia existencia”.
Sin duda, responde Peiró, la respuesta está en iniciar el camino al Auto-Conocimiento. Es decir, conociendo sus propias virtudes o fortalezas, reconociendo sus debilidades, fomentando sus talentos y lograr expresarlos. Esencialmente, es empezar a valorarse; es perdonarse los errores y empezar a verlos como aprendizajes; es estimular la creatividad que hay en Usted; es atesorar las relaciones con los demás como un espejo de su propia relación con sí mismo; es permitirse dejar fluir sus sentimientos sin coartarlos y abrirse a la comunicación del corazón, que nunca se equivoca. “Es aprender a pedir ayuda y extender esa ayuda hacia los demás, como una cadena de amor que se construye y progresa”.
Este argumento expresado por Daniel Fernando es poderoso. “La capacidad de Resiliencia está ligada a la interacción que Usted tiene con su entorno, ya que de esta manera se posibilita su desarrollo. Mientras mejor sea su relación con los demás, mientras el amor se exprese y su corazón haga apertura a su sensibilidad, habrá mayor comprensión, apoyo y respeto que fortalecerán esa facultad de superación de circunstancias adversas, mejorando su "habilidad de respuesta".
Ser "Resiliente" es ser una persona consciente de su individualidad y de su identidad.
Un líder no puede ser reconocido si no es líder de sí mismo. Las adversidades ponen a prueba su Liderazgo Personal. En muchas ocasiones, es posible que, en algún momento de su vida, haya llegado a tocar fondo, quizás sin esperanzas.
El Liderazgo, es una invitación a subirse a bordo de su propio barco y levantar las velas para iniciar la maravillosa aventura por los grandes océanos de la vida.
Muchas personas se detienen en este constante navegar de la vida, abatidas por el cansancio de tantos y tantos naufragios (léase fracasos). El Líder aprende a navegar, luego de naufragar muchas veces en los mares de la impotencia, de la decepción, del fracaso. Por esto se define como “el líder navegante”. También, el Líder, recalca Daniel Fernando, Es aquella persona que define la “suerte” como el punto de unión entre la “oportunidad” y la preparación. Luego de tanto navegar y naufragar, se llega finalmente a “buen puerto”. Como líderes o capitanes del barco, tenemos gran desafío de conquistar los siete mares de la vida:
La Espiritualidad, las Relaciones, la Salud, el Trabajo o Profesión, el Patrimonio o las Finanzas, el Ocio Creativo o Recreación y el Legado o Propósito Superior.
El Líder es un intrépido navegante, que conoce sus dos “aguas saladas”: La primera agua salada es el sudor, que simboliza su extrema fuerza y empeño por trabajar - de sol a sol - para lograr su superación constante.
La segunda agua salada es el llanto, que es una invitación a ser compasivos y sensibles con el mundo, y a ser capaces de emocionarse de sus logros alcanzados para poder compartirlos con quienes nos acompañan en nuestra hermosa aventura por los océanos de la existencia humana.
Finalmente, el experto Daniel Fernando Peiró nos dejó el siguiente mensaje a los contertulios y asistentes:
Usted es un Líder por naturaleza esencial. Adopte esa especial “naturaleza del agua” de adaptarse a todas las formas donde transita y ábrase paso ante las dificultades. Tenga presente que un barco sin timón se estrellará – con toda seguridad – contra las rocas. Es preciso que para alcanzar cada puerto, para lograr sus metas, sepa adónde desea dirigirse. Establezca metas. Confeccione su mapa personal que lo guíe a destino. Sepa puntualmente cuales son las rutas más directas para que la navegación por la vida no lo lleve a ahogarse en un vaso con agua. Súbase a bordo y responsabilícese por su barco y conquiste los océanos de la vida. Le aseguro que son profundos, como su alma, que siempre está despierta a la consciencia”.
En realidad, esta tertulia nos conmovió porque hizo voltear nuestras miradas hacia nosotros mismos y entender que los líderes que necesitamos no es el que más ofrezca cosas sino el que sea más sensible a nuestras necesidades y sea capaz, con sobrada solvencia, de transitar hacia metas que todos hemos señalado como comunes.